Con la reforma, la IP construirá sus propias presas

26 Agosto, 2013

La reforma energética no es sólo de Pemex, también incluye la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a decir de expertos es mucho más profunda y agresiva que la relacionada con el petróleo. La única diferencia que hay con la reforma que buscó el gobierno de Ernesto Zedillo luego de la crisis de 1995 es que en esta ocasión no se quiere desaparecer a la empresa, al sindicato y vender los activos. De ahí en fuera es abrir a la competencia un sector hasta ahora intocable.

De aprobarse en los actuales términos la reforma constitucional en los artículos 27 y 28, en el ramo eléctrico, los privados crearán un mercado de generación de energía donde ya no será necesario tener un permiso de autoabasto o de usos propios. Esto les permitirá incluso construir centrales de gran tamaño de ciclo combinado o hidroeléctricas, explicó el especialista en derecho energético José Antonio Prado.

“Es una reforma que va más allá de la que se hizo en 1997 o la que se propuso en 2004, es una apertura que le trae competencia a la Comisión Federal de Electricidad, que ya no será un proveedor único del servicio”, dijo Prado.

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