Pemex no puede solo”, “debemos fortalecerlo”, “la apertura a la iniciativa privada generará los miles de empleos que necesitan los mexicanos”, fueron frases que se escucharon esta semana en el Congreso de la Unión.
Mientras los diputados cerraban la discusión para aprobar –sin debate alguno– la iniciativa de reforma energética, los ejecutivos de Pemex inician la transición de la paraestatal con dos proyectos… en España y en Argentina.
Comienza a correr el plazo para que Pemex se reestructure, se convierta en una empresa pública productiva estatal y tenga que pelear por quedarse con los yacimientos que hoy explota.
Al mismo tiempo, sus principales funcionarios anunciarán la próxima semana inversiones en Galicia y en la Patagonia argentina.
Después del domingo, los ejecutivos de la petrolera estarán en Vigo anunciando la compra de dos floteles a un astillero que construye barcos más pequeños de los que podrían hacerse en las fábricas de Veracruz.