Las centrales hidroeléctricas de la zona metropolitana de la extinta Luz y Fuerza del Centro requieren urgente cirugía. Los técnicos y trabajadores de la empresa generaban electricidad de milagro, ya que el diagnóstico de los ingenieros de la CFE es que LFC contaba con “equipo obsoleto, deteriorado e inseguro” con más de 80 años de operación en los estados de México, Hidalgo, Puebla y Michoacán. De ahí el porqué de las “repetitivas fallas” en el suministro de luz.
Alfredo Elías Ayub, director general de la CFE, tiene en cartera de inversiones de la empresa por poco más de mil 84 millones de pesos para comenzar la modernización de cuatro sistemas hidroeléctricos: San Ildefonso, Toluca, Necaxa y Lerma, que incluyen nueve centrales ubicadas en los municipios de Nicolás Romero, Malinalco, Temascaltepec, Valle de Bravo y Tenancingo en el Estado de México; Mixquiahuala en Hidalgo; Nuevo Necaxa, Tenango, Zihuateutla y Huachinango en Puebla, y Contepec en Michoacán.
La inversión más importante se prevé en el sistema de Necaxa, mismo que pretenden operar trabajadores disidentes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) que encabeza Alejandro Muñoz; la propuesta ya se la hicieron a los secretarios de Gobernación, Fernando Gómez Mont y del Trabajo, Javier Lozano.
Con estas acciones se evitará la interrupción del servicio o el paro total de las unidades por el deterioro que presentan, y se estará en capacidad de atender la demanda futura de energía. La reconversión permitirá contribuir con la generación de energía renovable y lograr la interconexión de las unidades generadoras de electricidad al sistema nacional.
