
Este fenómeno sismológico se suscitó a las 7:19 a.m. Tiempo del Centro con una magnitud de 8,1 grados en la escala de Richter cuya duración aproximada fue de poco más de dos minutos, superando en intensidad y en daños al terremoto registrado el 28 de julio de 1957 también en la Ciudad de México.
Ante esta situación la reacción y los trabajos del SME y Luz y Fuerza si fueron de clase mundial.