El sábado 21 de agosto se incendió, por tercera ocasión en siete años, el mercado “Adolfo López Mateos” de la ciudad de Cuernavaca, dejando pérdidas cercanas a los 24.5 millones de pesos en el sector comercial local, según datos de la Procuraduría de Justicia del estado.
Al respecto del siniestro, las autoridades han realizado al menos dos peritajes, ninguno de los cuales, hasta el momento, ha sido declarado concluyente.
Sin embargo, la hipótesis apunta a un fallo eléctrico “debido a la falta de no-break y sistemas adecuados de seguridad”, según quedó asentado en el peritaje de la PGJ.
Durante un recorrido realizado por Diario de Morelos, se pudieron documentar las deficiencias en las instalaciones eléctricas, la falta de procedimientos de seguridad, rutas de evacuación, extintores, hidrantes, alarmas contra incendios y todo aquello que, de haber sido exigido y supervisado por las autoridades de Protección Civil, habría, al menos, aminorado las posibilidades de que ocurriera la tragedia.
Héctor Salazar Porcayo, líder de la extinta Compañía de Luz y Fuerza, había declarado en diversas ocasiones que el mercado era una “bomba de tiempo, por sus instalaciones eléctricas”.