Ayer, el recién nombrado titular de la Secretaría de Gobernación, José Francisco Blake Mora, señaló que no puede haber una política de seguridad democrática si antes no hay una reconciliación de unidad con todos los agentes políticos y sociales
, y planteó la necesidad de aplicar una política de seguridad integral
, a lo que agregó que su encomienda será el diálogo constante y continuo por el bien de México
.
Por su parte, en relación con la huelga de hambre que desde hace 82 días mantiene un grupo de integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), el subsecretario de Gobierno de esa dependencia, Roberto Gil Zuarth, declaró que el gobierno tiene la intención y la vocación de escuchar los planteamientos de los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro
(LFC), aunque advirtió que el diálogo político tiene límites y el límite es la ley
.
En principio, la reformulación de la estrategia de seguridad pública es plausible, pero exasperantemente tardía: desde hace tres años y medio, y desde muchos sectores, se ha exigido una política anticrimen integral que considere las causas sociales, económicas y políticas de la multiplicación de los fenómenos delictivos y del creciente poder que exhiben los grupos criminales. En ese lapso la destrucción es incuantificable: decenas de miles de vidas perdidas, esperanzas destruidas y la ruina de diversas localidades y regiones.