Cayetano Cabrera Estevá, quien hoy cumple 81 días en huelga de hambre en el Zócalo, podría tener en cualquier momento un infarto o un paro cardio respiratorio debido a la gravedad de su estado de salud
Cayetano Cabrera Estevá, quien cumple hoy 81 días en huelga de hambre en el Zócalo de la ciudad de México, podría tener en cualquier momento un infarto o un paro cardio respiratorio debido a la gravedad de su estado de salud, informó el médico que lo atiende Alfredo Verdiguel Rodríguez, jubilado de la extinta Luz y Fuerza del Centro (LyFC).
Cabrera, quien realiza la huelga de hambre junto con otros 14 electricistas y quien es el único que está desde el primer día, seguido de Miguel Angel Ibarra, con 77 días, sostiene que no lo sacarán del campamento salvo que sea inconsciente y no pueda evitarlo, y para que quede en ese estado el médico pronosticó uno o dos días, si es que antes su corazón no deja de funcionar.
Por ahora, comentó Alfredo Verdiguel, toma muy poco agua y miel y debido a que su situación es muy grave se le aplicó suero mixto, con glucosa, sodio y una vitamina, pero si llega a estar inconsciente se trasladará a un nosocomio, que podría ser la clínica 26 del IMSS.
Esta mañana registró una taquicardia, comentó el galeno debido a que hizo coraje, sobre el cual explicó Cayetano Cabrera, fue porque el secretario del Trabajo, Javier Lozano lo hizo enojar porque paralelamente a una entrevista que el electricista ofreció en radio el funcionario le ofreció que levantara la huelga por salud y que le ofrecía empleo en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo cual indignó al trabajador.
Esto, explicó porque su lucha es por las 44 mil personas que se quedaron sin empleo con la extinción de LyFC y hasta que no les regresen su trabajo a todos dejará el plantón.
Cabrera, de 46 años de edad y quien llevaba cinco años de antinguedad en esa paraestatal, ingeniero de profesión y profesor con licencia sin goce de sueldo en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), señaló que su familia lo apoya y que llevará su acción hasta sus últimas consecuencias.